
RISAS Y LÁGRIMAS
Isabelle Solleiro
No hay nada que debamos hacer respecto a la vida que nos tocó vivir… excepto cuando se dan ciertas circunstancias en las que podemos hacer uso de nuestro libre albedrío y deshacernos de las cadenas invisibles que nosotros mismos creamos. Libertad es vivir con alas de decisión voluntaria, con independencia sin influencias externas; no hay nada que se asemeja más a la imaginación del hombre cuando cierra los ojos y enciende su música interna creyendo que está en un lugar distante, y que ya no existe la oficina, los papeles, las deudas ni nada de los inventos materiales que no hacen más que envenenar a la gente con su poder de transformación para hacerse necesidades primordiales, que en sí nada tienen de relevantes, mientras que nuestros antepasados podían sobrevivir con lo esencial sin preocuparse por pagar los abusivas rentas de un teléfono o del Internet. La vida no es más que un juego, es la escuela moral que con diversas enseñanzas, por muy desagradables que sean, nos hacen cada día más fuertes, haciéndonos ver el límite de nuestra tolerancia y capacidad para afrontar las crueles batallas contra los que menos daño hacen; es indignante que alguien que no se ha dedicado a nada más que a cosechar y brindar frutos para el bien de los demás, de un momento a otro le arrebaten la vida o cometan ultrajes en su contra, sin embargo siempre está una esperanza, una luz que se enciende en medio de la oscuridad, apareciendo como una llama flotante en la espesa y sofocante mancha negra de nuestra desesperación: el amor. El amor es el sentimiento más poderoso jamás conocido sobre la tierra, es el alimento de nuestra alma, y debe ser, una guía espiritual que nos lleve por el mejor camino, y no como la opinión pública intenta corromper con estafas al corazón; enormes cajas envueltas en celofán y un gran moño representando la unión de lo superficial, osos de peluche con ojos inocentes y con maquiavélicos mensajes en su relleno, chocolates envenenados de hipocresía y mensajes de amor barato por doquier. Eso si que es farándula, un show cómico de luz y color para los supuestos enamorados, lo que se dice “basura sentimental”, así mismo, dada la nueva tecnología que existe hoy en día como los portales electrónicos que se encargan de flechar amores morbosos, se incluyen dentro de esta chatarra, jugosos anzuelos para los secuestradores que andan en busca del perfil perfecto y hacer de esto un negocio sucio. Hay que creerlo, hay que despertar de este sueño efímero que sólo es una parada de autobús, la verdadera vida es en donde persisten las sublimes creaciones del alma, las que nos hace emanciparnos hacia niveles superiores, a las canciones más encantadoras que jamás hayan escuchado nuestros oídos, a los valores del espíritu, no los valores del humano material que sólo busca satisfacerse con la fantasía que la mercadotecnia le ofrece; el humano es insaciable, por eso hay un límite para todo, es la historia de la humanidad a través de las guerras y los renacimientos los que nos dan la evidencia.
Oiga usted lector, sí, usted, que está ahí en su casa sentado, temblando de miedo ante la inseguridad que no sólo se ha encargado de devorar las calles de nuestra ciudad al límite de la urbanidad, sino que con descaro ha ocasionado se derramen lágrimas y odio en los funerales de amigos, amigos que dieron amor, cariño, confianza y un gran ejemplo a quienes estuvieron acompañándolo en vida y también a desconocidos que aceptaron su ayuda aún cuando éstos no les ofrecieron nada a cambio, escuche, ya no se llene la cabeza de trágicas imágenes, ya no sucumba ante el clima de tensión que se desata en la televisión, deje la inmadurez, no construya un México de más miedosos, mejor observe, conózcase a usted mismo y conozca a los demás, un hombre inteligente es aquel que sabe valorar a un hombre más inteligente que él independientemente de su cargo o posición social. Ser político, cantante exitoso de rock, multimillonario de lotería o cualquier otra invaluable profesión que sea desempeñada de forma egoísta, no está precisamente relacionada con la persona más humilde que pueda dejar un rastro de grandeza para el mundo. Confíe en su capacidad de amar, en su proyección como energía espiritual, no como un saco de carne y hueso que se desgasta, deje el miedo ya, no se deje intimidar, una persona pusilánime atrae todo aquello a lo que teme. Pero esto parece ser lo contrario en esta tierra poco desarrollada en términos de ciencia y espiritualidad, ayer, hoy y en todas las épocas, se sigue interesado en idear el mejor plan para hacer más dinero y ser más poderosos; innumerables autores de libros best seller nos lo dicen en sus recetas que no son más que contenidos superficiales, otra técnica para enajenar con palabras las mentes de los consumidores que… ¡No leen! sólo desembolsan su quincena por moda – ¿Quieres ser millonario? Aquí encontrarás la fórmula- Suena interesante ¿no? ¿A quién le gustaría ser millonario? Veo todas las manos levantadas y millares de libros repartidos como si fueran infalibles remedios contra la pobreza- Ahora sí, con esto me voy a ser millonario,- Hasta los maestros de las escuelas los piden como bibliografía básica. Qué clase de mensajes están construyendo los pocos individuos que poseen el poder y qué sorprendente es la cifra de personas que somos nosotros a comparación de los insignificantes hombrecillos que se apoderan de todos con bombas de dinamita o bombas de mercadotecnia, pero bueno, al fin y al cabo da lo mismo, sólo que lo uno y lo otro se conjugan para dar pie a la intimidación y la maquiavélica transformación de hombre a máquina, además las armas destructivas para eso son, sirven para acabar con la poca dignidad que le queda a la gente que no puede contener más la sed de venganza y para apoderarse por medio de la violencia; la otra, es una forma más sutil de ir aniquilando a los pocos individuos que tienen todavía conciencia de consumo, de ecología y de sana mentalidad y déjenme decirles que aún no conozco persona alguna con libertad tecnológica, sin cables, baterías, virus cibernéticos, y que no esté interesado en contribuir al calentamiento global. Lo más sorprendente de todo esto es que las empresas dedicadas a crear consumo y necesidades estúpidas, pierden su tiempo al pensar que en este mundo todo es eterno, y el alma quién sabe… así actúan. Querido lector: Piense usted, ¿Se llevará su título profesional en su ataúd, sus reconocimientos como mejor empleado, su cargo de director, sus billetes de mil pesos, sus casas, sus yates, su helipuerto privado, su penthouse en Cancún su…¿? A lo mejor en un futuro, la gente sin pizca de cerebro o aquellos magnates maquiavélicos de la industria negra, se les ocurrirá inventar un burlesco ataúd en el que se puedan almacenar todas nuestras pertenencias, ¿Suena enfermo no?.. Bueno, ya habrá quien lo compre, como alguna vez se pensó absurdo gastar millones de materia verde en un excéntrico viaje a la vía láctea, ahora los vejetes forrados de lana, los políticos y otras personalidades de la farándula se dan ese pequeño “lujo” que no es más que algo elocuente y poco útil para la vida humana. De lo que sí estoy segura es que nuestra pequeña visión material no nos permite analizar que, ahí, en la otra vida, es seguro que todo nuestro cochinero no tenga lugar en el cielo, pues es sólo nuestra mente o nuestra parte inteligente, la esencia más importante que finalmente se llevará todos los recuerdos que tuvo en su vida: amistad, amor, el haber ayudado a alguien o simplemente sonreír ante este escándalo de violencia, drogas y hundimiento financiero.
Hace un par de meses, un amigo muy cercano a mi falleció a causa de la inseguridad que estamos viviendo los mexicanos y…el mundo. De camino a su casa, una banda de delincuentes lo abordaron junto a sus dos hermanos y sin decir palabras los bañaron en plomo sólo para despojarlos de unos cuentos billetes. Es una lástima lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, es asqueroso lo que vemos en las noticias por televisión y repugnantes las fotografías que sin censura y sin vergüenza los diarios publican todos los días. Los medios son también los principales detonadores del miedo que envuelve a las ciudades, tienen fines tan materialistas que su ambiciosa misión se traduce en videos y escandalosas primeras planas que venden menores de edad en cada esquina del semáforo. Observen sus rostros, se ven mancillados por la grisácea vida que llevan en la calle y peor aún, inundadas de apatía cada vez que la luz se pone en rojo, par vender esas imágenes grotescas, pero si es muy normal ¿No? vendiendo masacre como si fuera pan caliente y nadie les dice nada ¡Nadie! En vez de que los medios se dediquen a fomentar los valores, la educación, que sean un modelo moral a seguir o que mínimo publiquen notas más interesantes y profundas en vez de deformar la realidad con palabras de angustia y temor que sólo engañan a los supuestos lectores que no hacen más que imitar, imitar e imitar. ¡Ya basta! Grita la sociedad, pero la masa blanca ya no sabe a dónde moverse ni qué hacer, se han exigido a las autoridades que desistan de su cargo si esos 100 días les parecen escasos para cumplir sus promesas, y ante esto la opinión pública serpentea en las columnas de lo indescriptible: la muerte de un hijo, el terrorismo escondido, la mente de un criminal apuntando a la frente de un menor, las drogas que los púberes consumen como si fueran caramelos energizantes, y así nos vamos, una cadena de hechos que no se pueden definir, porque aún así se llamen de mil nombres, o la gente los invente como es el caso de común “feminicidio”, el contenido que encierra todo esto es tan inestable, que no se le puede denominar de una sola forma. La esposa de mi amigo ya mencionado con anterioridad, dice que estos hechos no tienen nombre, pero si una solución: una isla, sí, una isla alejada de la civilización y repleta de individuos que han cometido agravios a la sociedad, incomunicados totalmente con la tierra del otro lado y encadenados del cuello para cambiarle un poco al antiguo grillete; suena fantástico, casi como de película, pero creo que ésta no es la solución. Yo entiendo que una viuda desesperada por el dolor de perder a su pareja de esta manera, cause un sentimiento de odio y venganza al grado de desear lo peor para estos individuos, no obstante la falta de perdón interno es la causa número uno de casi todos los males de los que somos víctimas, y no me refiero al perdón como un concepto de impunidad total, claro, para todo hay una consecuencia – no castigo- y como todo en esta vida es energía, tarde o temprano pagaremos todo lo que hemos cometido. No se debe entender como perdón el olvido total o parcial de las injusticias que alguna vez nos hicieron pasar momentos de rabia, tampoco como algo que sólo los débiles aceptan, el perdón es maravilloso, es la iniciación de nuestro espíritu para perfeccionarse a través del tiempo; si todos aprendiéramos a perdonar, seríamos libres de esta esclavitud violenta, si esos hombres presos de su propia conciencia envenenada de ignorancia y mal supieran perdonar, no sería hombres envenenados; si tu, si yo y si todos perdonáramos, escucharíamos mejor la voz interna que nos llama desde adentro para sanar el dolor. Sólo los espíritus más inferiores creen que el perdón lo otorgan los tontos y los resignados, la verdad es que no saben que ellos mismos se debilitan cuando el rencor domina más que el amor. Tal vez un grillete o un armazón alrededor del cuello son soluciones que a casi cualquier mujer que ha quedado viuda de la peor manera se le ocurran en ese momento para arrasar con el mal que nos está asaltando, pero esos delincuentes se van a convertir en seres más monstruosos y repugnantes de lo que ya son, la disertación respecto a esto, nos lo da la conducta gregaria del ser humano y es imposible que podamos vivir alejados en una isla y sufriendo castigos inhumanos. Ya no estamos en la era de la Inquisición, tampoco en las Cruzadas o en medio de un circo romano, eso es regresar a la brutalidad, ya no tenemos cerebros prehistóricos, usémoslos y aprendamos a perdonar. Aprendamos a desprendernos de los malos momentos y vivamos el presente, a lo mejor perdimos a un ser querido, pero mientras estemos en este mundo, podemos contribuir a la educación de de los niños que empiezan desde pequeños a involucrarse en todo esto y sus cerebros son como esponjas que absorben todo lo que ven y oyen del medio. La educación de los hijos está principalmente en casa, son los padres los principales responsables de guiar a sus hijos por el buen camino, porque se da el caso que culpamos a otros factores que realmente poco incidirían sobre ellos si los padres tuvieran más cuidado. Si usted es padre o madre, eduque bien a sus hijos, déles buenos consejos, diviértase con ellos, es más, observe su comportamiento y adopte algunos conceptos de su lenguaje para entenderse mejor y de esta manera estimular la confianza, hasta ellos mismos pueden enseñarnos valiosas lecciones a nosotros los adultos, siempre queremos nosotros ser los maestros, porqué siempre tenemos que ser los que enseñan y no ser alumnos de nuestros propios hijos también. Una madre que esta fuera de su hogar todo el día y con horarios de trabajo muy variables podría justificar de forma muy cínica que la culpa está en la policía y las autoridades que no hacen bien su trabajo para atender la seguridad del país ¡Pero si nosotros mismos lo provocamos desde casa! Así que cada vez que oiga a alguna madre desobligada y poco responsable quejarse sobre las inútiles acciones que hacen los políticos para combatir a la delincuencia organizada mientras permanece sentada desde la oficina viendo el Internet y las noticias, dígale que primero saque la basura de su casa y que empiece a ser más observadora con su familia, quizás sus hijos sea los próximos delincuentes, eso no lo sabemos.
Estimados lectores, yo les recomiendo que no contribuyan a fomentar lo que tiene a nuestro país de luto, a veces pensamos que una “mordidita” o una “divertida” noche de drogas son cosas inofensivas que no afectan nuestro estilo de vida, pero de lo que no tenemos conciencia es que nuestro valioso dinero que nos cuesta tantas horas de incansable trabajo, esta financiando siniestras acciones que atentan contra miles de personas inocentes. En vez de comprar el periódico y envenenarse con el morbo de sus inútiles líneas, salgan a la calle a observar el paisaje, no importa si es un día nublado o esta lloviendo, eso es lo de menos, miren las nubes, el cielo, escuchen todos los sonidos que les rodea ¿Acaso no es hermoso? A medida que pase el tiempo y se les haga hábito este tipo de ejercicio, se darán cuenta de muchas cosas que antes pasaban desapercibidas; tal vez hasta lleguen a aprender a conversar con su Yo interno y salgan palabras de inspiración y aliento que les muestre la solución a algún problema actual; muchas veces queremos resolver los problemas estando estresados y bajo mucha tensión, esto es muy común sobretodo en personas obsesionadas con el trabajo, y la verdad es que si se nos deshacemos del la desidia de practicar la meditación al menos unos minutos en nuestras ocupadas vidas, lograríamos ser más felices. La vida es como un lienzo en blanco, tal vez en el pintemos sufrimientos o placeres, tristezas o alegrías, a veces nos sentiremos completamente solos y cansados de ver cómo la denigración social devora minuto a minuto nuestras calles y otras veces gritaremos con blanca pasión ¡Justicia! Más todo lo que hagamos, bueno o malo, nos lo llevaremos entre risas y lágrimas a nuestra otra vida.

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