lunes, 29 de diciembre de 2008

Calidad del agua


Calidad del agua



Fco. Javier Chaín Revuelta

Discutamos sobre la calidad del agua. El reto en todo el mundo se sitúa más en un problema de calidad que de cantidad. Cuando se habla de que más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, en los medios de comunicación se suele pensar que se habla de problemas de escasez, que vamos a morir de sed o cosas parecidas. Pero no es así, el problema es un problema de calidad.

Vivimos en el planeta agua. Agua que está repartida de manera irregular de acuerdo a la climatología de cada lugar, de cada rincón de la Tierra. Pero lo cierto es, la constante es, que los seres humanos estamos siempre cerca de varias fuentes abundantes de agua. El problema es que las hemos matado, hemos quebrado la salud de nuestros ecosistemas acuáticos, de nuestros ríos, de nuestras fuentes, de donde podíamos beber agua a placer. El problema entonces es eso, primero han muerto las ranas y los peces, después han empezado a medio morir y a morir personas, siempre de las comunidades más pobres y más vulnerables, y ese es el problema. Por tanto, en definitiva, la clave está en recuperar la salud de los ecosistemas acuáticos si queremos recuperar también el acceso al agua potable no sólo para los ricos sino también para los pobres. Y no hay mucho tiempo, se calcula que por falta de calidad del agua mueren cada día veinte mil personas, la mayoría de ellos niños que mueren por diarrea.

Aquí en el país no hay estadísticas, no hacen falta, se advierte con toda probabilidad que hay millones de infecciones intestinales que en definitiva son efecto de estar bebiendo agua que no es potable. Esta situación sorprende a cualquiera ya que nuestro país, si bien es pobre y no es rico, sí es una potencia emergente, una potencia intelectual y profesional que impresiona, nuestras ciudades nada tienen que envidiar o imitar a las demás ciudades de cualquier lugar del mundo, sin embargo, lo que sorprende a cualquiera es que cuando llegas a cualquier sitio te adviertan y te digan ¡No bebas agua de la llave! ¡Carajo! Es una vergüenza lo que ha pasado aquí. En pocos años, en menos de una generación hemos asesinado la calidad del agua. Muchos crecimos aquí bebiendo a placer el agua de la llave sin problema alguno, aquí estamos denunciando el crimen contra el agua. No hace mucho nos informaban que ríos fuera de nuestras regiones como el Lerma o el Santiago eran los más contaminados del país y hablaban de propuestas de gobierno tan increíbles como bombear esa agua inmunda para la red “potable” de Guadalajara. ¡Ver para creer! Un país tan potente, tan poderoso, tan inteligente como es México no puede permitirse tales contradicciones.

Cierto es que nuestros ríos Blanco y Coatzacoalcos, para nombrar sólo dos, son ya unas cloacas tan inmensas que si no se toman acciones urgentes y drásticas, los pobres que habitan río abajo, o abandonan sus tierras, o morirán igual que han muerto las ranas y los peces. En principio nuestro país es una sociedad democrática y con acierto o desacierto elegimos a nuestros gobernantes, esa es nuestra responsabilidad, y ellos tienen la responsabilidad irrenunciable, y no hay disculpa, de frenar los crímenes contra el agua. Las autoridades sean de este país o de cualquier otro país del mundo tienen la responsabilidad de la gestión pública, de las cosas del interés general, de lo que Aristóteles llamaba la res pública, la cosa de todos y de todas, y obviamente, para eso están. No hace falta repetirlo, bien sabemos que este grave problema de la calidad del agua no lo resolverán las esferas políticas, no se resolverán mientras no empecemos una revolución cultural en la sociedad.

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