lunes, 22 de diciembre de 2008

El 2009 y la llegada de las profecías


Cuento para festejar la llegada del año nuevo‏

Manuel García Estrada


Recomienda leer esto mientras se escucha:

http://www.youtube.com/watch?v=gwCkMrVEYGg


El 2009 y la llegada de las profecías

Cuento para festejar la llegada del año nuevo en dos partes.

Manuel García Estrada


I

Entre los oscuros pasillos del Oráculo de Delfos, bajo tierra, los hechiceros, los profetas y las brujas se reúnen para ver que ocurrirá en el futuro.

Hoy cuando las culturas se fundieron y los sueños de las aldeas los comparten todos será más fácil concentrarse en un solo punto cercano de la existencia.

En medio del salón central los druídas y sacerdotes mayas lanzan aromas de vainilla al espacio y comen azúcar morocha pensando en que todo lo que verán quizás no sea tan bueno.

Comienza el ritual con cantos africanos interpretados por hadas venidas de las montañas y la música la interpretan los nomos de Escandinavia. Al fondo del salón, entre las columnas de América bailan los chaneques lacandones. La música hechiza y todos los presentes se conectan al Todo.

Viene el 2009 de la cuenta de los cristianos y los rabinos comienzan a sudar sangre, algo no está tan armónico esta vez. Algo pasa.

Cuando el acto está llegando al clímax la cofradía de las brujas de Salem empieza a gritar “sal, llega la sal” y los chamanes de las selvas mesoamericanas gritan y lloran, se rompió la paz, se rompió la justicia, se acabó el amor y es cuando mil relámpagos azotan al Oráculo y los truenos cimbran los corazones.

De pronto un grito de horror, la muerte ha llegado y el silencio impera. La anuncia el hermés anfitrión: ¡su majestad la muerte!

El Consejo de Delfos toma asiento frente a la reina de la transición y los tambores aztecas, las campanas de Tíbet y el gong de la gran pagoda de Tokio se intercalan dejando espacios en silencio donde reinan nada más los ahogados lamentos de los que niños muertos en guerras.

La muerte habla y dice no hay más, todo acabará, el final de la Humanidad está aquí, nada se puede hacer y aparecen con sahumerios las beatas de Roma gritando ¡llegó, llegó, el fin al fin llegó! y la campana dorada del listón morado aparece volando sobre todos en el gran salón, es la campana del fin de los tiempos, sonará 7 veces de la noche vieja de 2008 hasta la noche vieja de 2011 y cuando calle todo comenzará a finalizar.

Detrás de la columna norte se asoma la reina de las hadas del Mar del Norte, Avanette, derrama una lágrima, sabe que con la muerte de la gente todos ellos también morirán. Se acabarán las travesuras a los niños rubios de Normandía y no podrás jugar con los enanos de Belfast. No lo puede creer, lo que decían los mayas era cierto, ahora al fin lo entendió.

Avanette se apellida de la Esperanza, su estirpe viene desde cientos de miles de años humanos atrás, es necia, terca y está convencida de que la Humanidad debe terminar de existir pero en la forma en que vive ahora, no que debe de morir. Está segura que no hay una interpretación correcta de los antiguos mayas. Sabe que los lacandones perdieron conocimientos y que las estelas de esa civilización, están incompletas. Lo intuye… y eso para ella es saber.

Después de oír un rato al Consejo de Delfos negociar con la muerte la destrucción de la Humanidad Avanette decide que saldrá por primera vez de una reunión de éstas y llama a Simonne, su capitana en jefe, le ordena que prepare un contingente de las fuerzas de inteligencia de las hadas del Mar del Norte. Irán al observatorio de Chichén.

Sigilosamente 7 hadas salen del Oráculo con camino a Estambul de donde saldrán en una burbuja de poder.

Al llegar a Santa Sofía un grupo de caudillos del Cáucaso y Elfos de los Balcanes las esperan para que aborden la “Hope XXI”. Cuando arriban la emoción y el miedo se combinan, saben que si no logran la misión serán torturadas hasta morir por el Oráculo. En medio de toda esa adrenalina, salen hacia América.

Al arribar a Chichén las hadas se reúnen rápidamente en el observatorio, las esperan ya los chaneques exiliados de Delfos. Fueron expulsados hace ya 800 años por no respetar la tradición de las profecías y desde hacía décadas estaban en comunicación con Avanette.

Siendo las 3 de la mañana el grupo de hadas y chaneques se introduce en la selva. Van en busca de las estelas olvidadas pero al volar entre las ramas una mirada de maldición y odio los comienza a seguir. La oscuridad ha comenzado a observarlos y buscará a toda costa impedirles salvar a la Humanidad

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