miércoles, 31 de diciembre de 2008

Guerra total hasta aniquilar a Hamás

MUNDO


Israel desoye las peticiones de la comunidad internacional y asegura que no sólo mantendrá la ofensiva «sino que la extenderá y endurecerá»

LAURA L. CARO
ENVIADA ESPECIAL. ASHKELON

Un hombre traslada en brazos el cadáver de una niña en Yabalia. / EFE

La inacabable columna de tanques con la estrella de David dibujada a la izquierda del cañón esperaba ayer órdenes alineada ya a muy poca distancia -la seguridad impide precisar posiciones- del paso fronterizo de Erez. La puerta de entrada desde Israel al norte de la Franja. El camino más corto para llegar a Gaza capital.
El Ejército hebreo declaró por la mañana zona militar cerrada todo el área cercana a la línea limítrofe, prohibido para civiles y para periodistas, aunque a mediodía varios reporteros, cámaras de televisión que grababan cada movimiento y este periódico no fueron apartados de allí mientras observábamos cara a cara a los soldados, todos jóvenes, arrancando en pruebas los blindados, consumiendo las horas de vigilia en cortos paseos inquietos, todavía sin vestir el casco y el chaleco antibalas. Junto a ellos, varios rabinos rezaban oraciones en silencio a un paso de los carros blindados y un ciudadano trataba de ofrecerles refrescos traídos en su coche. El establecimiento del perímetro de seguridad era interpretado como el síntoma del inminente inicio de la incursión por tierra de las Fuerzas Armadas de Israel en Gaza.
Según recogía la prensa local, las unidades de blindados, la Infantería, los 6.700 reservistas movilizados y los encargados de operar las baterías de artillería -desplegadas apuntando a la Franja por primera vez en un año- tenían ya información precisa sobre la misión a ejecutar, incluidas las maniobras dirigidas a «localizar y neutralizar infraestructuras terroristas y hacer blanco en las fuerzas de Hamás».
Había instrucciones de intervenir en «la guerra hasta el amargo final contra Hamás», en «la guerra total contra Hamás y los de su clase», como el ministro de Defensa, Ehud Barak, proclamó durante una sesión especial celebrada en el Parlamento hebreo. En su comparecencia dejó claro, una vez más, que Israel no va a detener esta ofensiva, contestada ya por el disparo de más de 150 cohetes desde Gaza, que han pedido parar la ONU y autoridades de todo el mundo.
Barak reiteraba que el Gobierno judío «extenderá y endurecerá si es necesario» la ofensiva. «Recuerdo al mundo que Israel evacuó Gaza hace tres años. Hemos dado una oportunidad para una nueva realidad y hemos visto a Hamás lanzar cohetes y misiles contra nuestros ciudadanos. No tenemos nada contra los civiles -subrayaba-, pero debemos luchar contra el liderazgo de Hamás».
Víctimas y objetivos
Los bombardeos se cobraban ayer la vida de cinco hermanos de entre 4 y 7 años en el campo de refugiados de Yabalya y de un bebé y sus dos hermanos adolescentes en otro ataque más al sur, concretamente en Rafah. El Ejército insiste en que sus únicos objetivos son las fuerzas de Hamás. Y contra ese poder aniquilaron por la noche túneles, la oficina vacía del depuesto primer ministro de Hamás, Ismail Hanniya, el Ministerio del Interior o la Universidad Islámica de Gaza, centro en el que han estudiado todos los líderes de Hamás y donde Israel asegura se ocultaban explosivos y dos laboratorios estratégicos. La fuerza naval judía tomaba parte por primera vez en la ofensiva, cargando contra el penoso puerto de Gaza y sus barcos.
Los cazas también destruyeron ayer la casa del alto mando del brazo armado de Hamás Maher Zaqout, que no se encontraba en su interior, aunque murieron siete de sus familiares. De madrugada, en el sur de Gaza sí era alcanzado junto a tres camaradas el veterano dirigente de Yihad Islámica Ziad Abu-Tir, lo que desató las amenazas apocalípticas de los suyos. Porque los combatientes palestinos tampoco se rinden.
«Los israelíes tienen que saber que encontrarán una Franja unida debajo de la tierra y cientos de coches bombas y de suicidas», advertía una voz anónima de la organización integrista citada por el rotativo hebreo 'Yedioth Ahronoth', en referencia a la red de túneles excavada para sorprender y hacer frente a la posible incursión terrestre. «Secuestraremos soldados y si el plan funciona podrá compararse con toda la destrucción que Israel ha causado», declaraba al mismo diario otro miliciano palestino sin nombre. Hamás, por su parte, difundía que el soldado judío Gilad Shalit, en su poder desde junio de 2006, ha resultado herido en los bombardeos.
El cómputo total de víctimas se elevaba ayer al menos a 345 muertos en Gaza y dos en Israel. Las otras víctimas eran los procesos de paz. El jefe negociador en Ramala, Ahmed Qurea, daba por suspendido el mantenido con los judíos.

No hay comentarios: